Fue un año, una semana, un día
fue una hora, un minuto y un segundo exacto
donde estábamos dos extraños en un carro
donde hubo un gesto que nuestras manos se unieron
y fue allí donde las agujas del reloj se paralizaron
donde los días de aquel calendario se detuvieron
sin pensar que esto ocurriría...
Bajamos las manos aun unidas, nos miramos a los ojos y así fue que nos asustamos
retiramos las manos rápidamente sin hacer ningún gesto, ningún comentario.
Así quedo aquel silencio de nuestras miradas
mirando hacia la ventana, sin contar que había ocurrido en aquel atardecer
donde las horas pasaron de minuto a minuto.
Llegue a mi destino, baje de aquel carro despidiéndome
como si no hubiese ocurrido nada
en aquel silencio que invadió mi alma
desde allí comenzó mi aire, mis ganas de vivir
mis ganas de saber...
